Sencillo, económico y sano.
La creación de un huerto en casa implica tener que revisar constantemente nuestros cultivos de enfermedades o posibles plagas. La aparición de éstas es el principal motivo de que muchos horticultores continúen utilizando plaguicidas tradicionales, con el consecuente uso de sustancias químicas de síntesis que perjudican tanto a nosotros como a nuestro entorno.
Muchos agricultores piensan que la creación de un huerto ecológico requiere de mucho más esfuerzo, y sobre todo, dinero del que en realidad se necesita, por lo que hoy os traemos tres actividades muy sencillas, económicas y saludables, con las que desmentiremos el mito que se ha generado alrededor de la agricultura ecológica. Estas acciones son: el uso de semillas ecológicas, la utilización de tratamientos caseros, y la recolección de agua de la lluvia.
Ahora no hay excusas para ser más respetuosos con el medio ambiente. No se pierde tiempo, ni dinero ni cultivos, pues las hortalizas crecerán sanas, mucho más sabrosas y naturales que habiendo utilizado otros materiales para su cultivo.
LAS SEMILLAS ECOLÓGICAS
Se trata de semillas que siguen la normativa de la agricultura ecológica, según la cual los productos producidos no deben venir de hortalizas transgénicas, ni se debe haber utilizado sustancias como fertilizantes o antibióticos que resulten ser malos para nuestra salud y la de nuestros cultivos. Por tanto estas semillas nos aseguran productos naturales, de calidad y que son respetuosas con las mismas hortalizas.
TRATAMIENTOS CASEROS
En vez de utilizar fertilizantes perjudiciales, podemos realizar infusiones y otros tratamientos en casa con productos orgánicos. Existen muchas recetas para prevenir el acoso de ciertos insectos como el pulgón o la mosca blanca, que además serán completamente respetuosas con nuestra planta, al igual que los tratamientos biológicos que vienen ya preparados y podemos encontrar en ciertas tiendas especializadas.
RECOGER AGUA DE LLUVIA
Esta es una de las actividades más conocidas por todo el mundo, pero también es de las más importantes. Podremos aprovechar el agua que cae de la lluvia para así, utilizarla posteriormente para regar nuestro huerto. De este modo ayudamos al medio ambiente reutilizando una gran cantidad de agua que se habría desperdiciado. Hay muchas regiones en las que el agua escasea, y que mejor forma de ayudar que realizando esta actividad, que no nos supone ningún esfuerzo, solo debemos emplazar cubos o depósitos que recojan el agua los días lluviosos.
Por tanto, son tres simples actividades que no nos quitarán casi tiempo, pero aportarán un granito de salud a nuestra vida.